De los textos que han llegado hasta nuestros días, el 1º es el llamado “Puericultura” (S. II), apéndice pediátrico de su tratado ginecológico, sirviendo de punto de partida a una tradición en la línea “materna infantil”.

 

Ya en el medioevo cristiano el “Lilium Medicinae (1305), incluye con el título “Tratado de los niños y regimiento de la ama” veintiocho breves capítulos estudiando la patología infantil.

La literatura pediátrica se orienta más hacia la prevención que hacia el tratamiento y, en su mayoría, va dirigida no a los médicos, sino a quienes cuidaban a los niños (madre, abuela). La tradición oral incluía aspectos como lavarlo y vestirlo, protegerlo del frío, las lombrices y las convulsiones y en que ocasiones debía de acudirse a las oraciones y a las curanderas.

 

Con la llegada del Barroco en el siglo XVII, la literatura infantil en España, se enriquece con obras de gran contenido doctrinal, se trata la patología infantil mediante la enumeración de síntomas sin ninguna exhaustividad, salvo el “garrotillo”.

 

Hasta mediados el S. XVIII, una cuarta parte de la población infantil moría durante el primer año de vida, un tercio en los dos primeros años y por lo menos la mitad en los tres primeros.

Siglo de las Luces: Se hicieron importantes esfuerzos para la protección de la infancia mediante la creación de numerosos hospicios, donde se internaban no sólo a los niños abandonados y pobres, sino a aquellos que padecían alguna enfermedad.

En España a finales del S. XVIII, Lorenzo Hervás y Pandero, se adelantan a su época, en un libro donde expone la necesidad de que existan médicos dedicados exclusivamente a la infancia.

 

Durante la 1ª mitad del S. XIX el centro neurálgico del saber pediátrico, estuvo localizado en Francia, siendo inaugurado el antiguo Hotel de L’Enfant Jèsus, como 1º hospital infantil en sentido moderno y donde se consiguió reducir espectacularmente la mortalidad infantil.

A partir de la 2ª mitad del siglo XIX, el ámbito germánico se hizo con la hegemonía científica. En España se inaugura en 1878 el Hospital del Niño Jesús. Igualmente en la Universidad de San Carlos de Madrid, en 1886, se crea la primera cátedra de “Enfermedades de la Infancia con su Clínica” desgajándose de la Obstetricia y Ginecología.

 

A principios del S. XX, se forma la Asociación Internacional de Pediatría y se abren en España alrededor de 34 Consultorios o Gotas de Leche.

En 1942, se constituye en España el Seguro Obligatorio de Enfermedad, contribuyendo a controlar dos de los clásicos peligros que afectan a la infancia: el nutricional y el infeccioso.

Durante el este siglo y bajo la influencia de la clínica norteamericana y anglosajona en general, la evolución de la Pediatría ha sido extraordinaria. Podemos distinguir una serie de etapas: nosológica, etiológica, terapéutica y científica en su sentido más amplio que identifica a la Pediatría actual.