La anestesiología es, desde sus orígenes como especialidad en el siglo XIX, aquella disciplina médica dedicada a la atención y cuidados especiales de los pacientes durante las intervenciones quirúrgicas, independientemente de su complejidad. Para ello, el anestesiólogo aplica diversos procedimientos que implican la inconsciencia o no del paciente para hacer que la cirugía sea una experiencia lo más agradable posible y, además, se encarga de vigilar sus constantes vitales durante todo el proceso, actuando en caso de complicación. Con el paso del tiempo y el desarrollo de otras disciplinas con procedimientos que podían resultar molestos o dolorosos (endoscopias, radiología intervencionista, etc.), la Anestesiología fue ampliando su campo de actuación a las Salas de Pruebas Especiales, lejos de los quirófanos, siendo los especialistas más cualificados para la realización de sedaciones o, llegados el caso, anestesias generales o loco-regionales.

Son precisamente estos conocimientos tanto farmacológicos como técnicos los que han hecho que en la actualidad la denominación completa de la especialidad sea Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del dolor. Ya desde los primeros años se vio como algo natural que el anestesiólogo se ocupara de la atención al paciente no solo durante el acto quirúrgico, sino antes de este (optimizando su estado) y después de este. Así, las Unidades de Reanimación se encargan de la atención integral del postoperatorio, bien sea por unas pocas horas o durante días en caso de que el paciente requiriese cuidados críticos. Además, la especialidad se ha involucrado firmemente en el tratamiento del dolor en todos sus aspectos, bien sea en forma de analgesia obstétrica durante el parto, mediante las Unidades de Dolor Agudo Postoperatorio o, en combinación con otros especialistas, en las Unidades de Dolor Crónico.

El actual Servicio de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor proviene del ya existente en los Hospitales de Nuestra Señora de Alarcos y Nuestra Señora del Carmen, y que desde la apertura del nuevo Hospital General de Ciudad Real ha crecido significativamente tanto en recursos humanos como en su cartera de servicios, haciendo posible la realización de procedimientos cada vez más complejos en una población cada vez más envejecida y con mayor comorbilidad. Asimismo, en los últimos años la presencia del Anestesiólogo en otras áreas como la de las pruebas diagnósticas ha aumentado paulatinamente.

Respecto a los retos del Servicio de cara al futuro son los siguientes:

  • La mejora continua de la evaluación pre-anestésica mediante la creación de protocolos y la óptima coordinación con el resto de Servicios de modo que se garantice la mayor comodidad del paciente y la aplicación de la evidencia científica actual.
  • La mejora continua de la atención durante las intervenciones quirúrgicas, tanto en el plano humano como material, de modo que se minimicen los riesgos asociados y sea posible el afrontar procedimientos cada vez más complejos.
  • La mejora continua de la atención tanto en el paciente postquirúrgico no complicado (en la URPA o en la Unidad de Cirugía Ambulatoria) como en la Unidad de Reanimación para los pacientes que requieran cuidados críticos.
  • La consolidación en las Salas de Pruebas especiales de la presencia del anestesiólogo, permitiendo la ampliación de su cartera de servicios si fuera necesario.
  • La consolidación de la atención dada en la Unidad de Dolor Crónico, tanto en su labor asistencial como en lo referente a procedimientos invasivos.
  • El garantizar una formación de residentes de calidad, así como tener un papel activo en la docencia de pre-grado en la Facultad de Medicina y en la investigación científica.