ANTECEDENTES Y ESTADO ACTUAL DEL BIOBANCO DEL HOSPITAL GENERAL UNIVERSITARIO DE CIUDAD REAL

La investigación biomédica que implique una información genética o genómica humana analizados en conjunto con personal o datos de salud es particularmente prometedora y será fundamental para la mejora de la prevención, detección, diagnóstico, tratamiento y cura de enfermedades y para el desarrollo de nuevos productos y servicios.
El uso y el intercambio de material genético humano y la información derivada de ella, necesita regulación específica. Dentro de la comunidad científica, existe consenso en que el progreso en la comprensión de la enfermedad dependerá de la creación, armonización y utilización amplia de los biobancos humanos y bases de datos de la investigación genética.

Los biobancos de tejidos humanos y las bases de datos genéticas de investigación que reúnen y permiten el intercambio de material biológico humano y la información derivada de su análisis, son un elemento clave de la infraestructura científica que fundamenta este tipo de investigación.

En octubre de 2009, el Consejo de la OCDE adoptó una recomendación sobre Biobancos Humanos y la investigación genética bases de datos (HBGRD) (1).

En relación con las muestras recogidas en un biobanco de tejido, los principios básicos son:
• Prioridad absoluta al correcto diagnóstico histopatológico.
• Solo se considerarán aplicables al biobanco aquellas muestras con excedente de tejido.
• En cualquier momento, si es necesario, las muestras podrán ser usadas para actividad diagnóstica.
• Por los anteriores motivos el biobanco de muestras sólidas, aunque especialmente dirigido a investigación, debe ser considerado una extensión del archivo diagnóstico.

Toda muestra captada directamente para investigación (biobanco) deberá contar con el correspondiente consentimiento del paciente en el que se especifique y valore los riesgos que conlleva la captación del tejido (toma biópsica, venopunción, etc.)
Los Procedimientos Estandarizados de Trabajo utilizados en bionancos son los recomendados por la Red Nacional de Bancos de Tumores coordinada y Promovida por el CNIO, y constituyen la base de los procedimientos Normalizados de Trabajo asumidos por las Redes de Biobancos integradas en la Plataforma de Biobancos de la Red Temática de Investigación Cooperativa en Cancer (RTICC) y la Red Nacional de Biobancos, promovidas por el ISCIII (2-6).