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El Hospital de Ciudad Real usa con éxito la ablación por radiofrecuencia

Publicado el 12 marzo, 2012 en Noticias por admin

Se aplica por primera vez en este centro para patologías del aparato digestivo.

Se utiliza para tratar a pacientes con “esófago de Barret”, una complicación de la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
La ablación sustituye a la cirugía y logra en poco tiempo mejorar de forma importante la calidad de vida del paciente.

El Hospital General Universitario de Ciudad Real ha incorporado recientemente la ablación por radiofrecuencia para el tratamiento de aquellos pacientes que padecen “esófago de Barret”, una complicación de la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERG). El esófago de Barret es una complicación considerada lesión premaligna, ya que un número pequeño de personas que lo padecen pueden desarrollar un cáncer conocido como adenocarcinoma esofágico.

La ablación es una técnica que se caracteriza por su alto grado de éxito, llegando a erradicarse por completo la lesión en el 92% de los pacientes tratados. Es menos invasiva que la extirpación completa del esófago o la radioterapia y consigue una disminución considerable de la incidencia de mortalidad en los pacientes.

Los doctores Bartolomé López Viezma y Pilar Olivencia Palomar, facultativos especialistas en aparato digestivo, han sido los encargados de llevar a cabo las tres primeras intervenciones de este tipo en el Hospital General de Ciudad Real.
Esta técnica consigue un aumento considerable de la calidad de vida del paciente, que no requiere ingreso hospitalario y pocas horas después de ser intervenido regresa a su casa con unas recomendaciones sobre la dieta que debe seguir. A partir del tercer día de la intervención, el paciente puede ingerir ya alimentos con una dieta normal.

La ablación, según resaltan los especialistas, es una técnica segura ya que la tasa de complicaciones que pueden surgir no llega al 1%. Comenzó a utilizarse en el año 2005 en Estado Unidos, introduciéndose en España en 2007.

Hasta ahora la técnica que se aplicaba a estos pacientes era  la cirugía, con sus diferentes modalidades, como fotodinámica o láser, más agresivas y que suponían una gran complicación para el paciente, puesto que en muchos casos había que cortar el esófago requiriendo un largo periodo de hospitalización.