Publicado el 25 septiembre, 2012 en Noticias por admin
La directora general de Salud Pública, Drogodependencias y Consumo ha visitado este lunes el Centro «Siloé».
Se valora el trabajo que Cáritas Diocesana está realizando y se avanza en una mejor coordinación entre las distintas partes implicadas en estos proyectos.
La directora general de Salud Pública, Drogodependencias y Consumo, María Dolores Rubio Lleonart, ha confirmado este lunes en Ciudad Real que la Consejería de Sanidad y Asuntos Sociales tiene entre sus prioridades el apoyo institucional y económico a las iniciativas que suponen beneficios tangibles para los más desfavorecidos y, de un modo muy especial, en el apoyo a la rehabilitación de drogodependientes, uno de cuyos mejores ejemplos se encuentra en el Centro de Acogida “Siloé”.
La directora general así lo ha confirmado a sus responsables en el transcurso de la visita que ha realizado, junto con la alcaldesa de la capital, Rosa Romero, “para conocer de forma certera y cercana el funcionamiento del Centro”, al tiempo que ha ratificado la priorización en los pagos que se ha podido materializar.
En este sentido, Rubio ha explicado que la Junta de Comunidades está muy sensibilizada con los problemas aparejados a la drogadicción. Según ha valorado la propia directora general, “hemos querido conseguir un conocimiento más cercano de las diferentes actuaciones que viene realizando en esta provincia Cáritas Diocesana, así como mejorar la coordinación desde las diferentes administraciones en estos interesantes proyectos, con la finalidad última de lograr la completa reinserción tanto social como laboral de este colectivo”.
Casa de Acogida “Siloé”
El programa de encuentro y acogida de atención a personas drogodependientes que desarrolla Cáritas Diocesana de Ciudad Real, abrió sus puertas en 1997.
El programa surge como respuesta al compromiso de Cáritas con los más desfavorecidos, cuyo fin último en este caso es proporcionar acogida y acompañamiento a personas con problemas de drogodependencia. Dispone además de diferentes intervenciones tanto a nivel de calle como en el propio Centro de Día.
Este recurso se creó para dar una asistencia integral a las personas drogodependientes, ya que la situación de muchas de ellas se caracteriza por una amplia historia de fracasos en distintos intentos de rehabilitación, unido a la falta de recursos materiales y, en un número relevante de casos, marcada por su procedencia de familias y ambientes desestructurados.
El equipo que trabaja en este proyecto de Cáritas está formado por 12 trabajadores y 42 voluntarios, que han atendido a 528 personas el pasado año.