La especialidad de endocrinología y nutrición es la rama de la medicina que se ocupa del estudio de la fisiología y la patología del sistema endocrino, del metabolismo de las sustancias nutritivas, de la nutrición natural y artificial, de la promoción de la salud mediante la prevención de las enfermedades relacionadas con la dieta y de las consecuencias patológicas derivadas de sus alteraciones.
La endocrinología se ocupa del estudio, prevención, diagnóstico y tratamiento de los trastornos del sistema endocrino, constituido por glándulas, tejidos o acumulaciones de células específicas localizadas o dispersas por el organismo que segregan a la sangre unas sustancias conocidas como hormonas. Estas hormonas se distribuyen a sus órganos diana, donde van a realizar sus acciones, sin salir al exterior (como ocurre con la saliva, el sudor, etc…, que son segregados por glándulas exocrinas) o a conductos que comunican con el exterior (como el tracto gastrointestinal). Las hormonas, las protagonistas del sistema endocrino, se pueden definir, pues, como señales químicas segregadas hacia el torrente sanguíneo que actúan sobre tejidos a distancia, generalmente con un efecto regulador.
El nacimiento de la endocrinología se suele situar en 1902, cuando Starling utilizó el término hormona para describir la secretina, una sustancia segregada por el intestino delgado a la sangre para estimular la secreción del páncreas. El trabajo llevado a cabo posteriormente por los investigadores dio lugar a la identificación de muchas hormonas segregadas a la sangre por diversas glándulas u otros órganos. El estudio inicial de la endocrinología se inscribió inicialmente en el ámbito de la fisiología de los mamíferos, y es en 1922, con el descubrimiento de la insulina por Banting y Best, cuando se puede hablar del comienzo de la endocrinología clínica. Pero lo que vino a dar el empuje definitivo a esta rama de la medicina fue el desarrollo por Berson y Yalow en 1960 del radioinmunoensayo (RIA), una técnica que permite detectar y cuantificar sustancias que se encuentran en la sangre en cantidades muy pequeñas y mezcladas con otras como es el caso de las hormonas. Posteriormente, los avances en biología celular, biología molecular y genética han ayudado a explicar los mecanismos de las enfermedades endocrinas y de la secreción y la acción de las hormonas. Con todo esto, pocas especialidades dentro de la medicina han experimentado en los últimos 60 años un desarrollo tan vertiginoso y unos cambios tan radicales como la endocrinología.
En cuanto a la nutrición se entiende por tal al conjunto de procesos mediante los cuales el organismo recibe, transforma y utiliza elementos químicos contenidos en los alimentos que constituyen los materiales necesarios y esenciales para el mantenimiento de la vida. Se puede decir que la alimentación (la forma de proporcionar al cuerpo humano los alimentos) y la nutrición son consustanciales al hombre. Sin embargo, la nutrición como ciencia es relativamente reciente, ya que hace apenas 200 años de las primeras observaciones de Lavoisier, autor con Laplace de las primeras medidas calorimétricas. Posteriormente, el progreso tecnológico y el desarrollo de la ciencia de la alimentación, fundamentalmente en el último siglo, han llevado a la aparición de la nutrición clínica como una nueva disciplina englobada en el campo de acción de nuestra especialidad y que ha pasado a ocupar desde hace ya años un lugar preeminente en el ámbito de la salud. Como ejemplos, podemos citar la caracterización de las deficiencias nutricionales asociadas a algunas enfermedades sistémicas y su prevención mediante una intervención nutricional precoz y enérgica, el desarrollo de fórmulas nutricionales especiales con capacidad terapéutica o la detección de la alta frecuencia de desnutrición entre lo pacientes hospitalizados con la consiguiente repercusión negativa sobre su evolución. Con todo ello, la nutrición clínica ha quedado consolidada como una nueva disciplina médica.
Hay que destacar la alta prevalencia de algunas enfermedades que entran dentro del campo de acción de nuestra especialidad. En las últimas décadas, con la industrialización y el aumento de la esperanza de vida, ha ido creciendo la frecuencia d enfermedades endocrinometabólicas y nutricionales dependientes de los cambios en el estilo de vida (malos hábitos alimentarios, reducción de la actividad física,…) y del envejecimiento de la población. Estas enfermedades, como la obesidad, la diabetes y el síndrome metabólico, afectan a una gran cantidad de personas y son enormemente incapacitantes y consumidoras de recursos. Teniendo en cuenta esto y la alta prevalencia de desnutrición entre los pacientes hospitalizados, como ya se ha comentado, se hace evidente la importancia de nuestra especialidad.
Hay que destacar también, dadas las características de estas enfermedades, que la Atención Primaria tiene un papel importante en el control de estas patologías, y de ahí que nuestra especialidad tenga que mantener una buena relación y una coordinación eficaz con la atención no especializada.